Me encanta la fotografía de retratos en estudio, tener el máximo control sobre la imágenes que estoy creando, abstraer por completo la persona que estoy fotografiando de su entorno, ver cómo se va fundiendo poco a poco su silueta y al mismo tiempo hacer de su mirada el lenguaje completo de la foto.
-sencillamente, es lo más-
La fotografía de Retratos es SUPER AMPLIA, no puedo decir que me especializo en modelos, ni en parejas, ni hombres, ni mujeres, ni ninguna etiqueta impuesta a dedo por la red social de moda.
Mientras exista un rostro, una cámara, un poco de luz y yo del lado opuesto, ahí hay un Retrato… -¿se entiende?-
Puedo hacer una sesión de fotos a un CEO en su empresa de la misma misma forma que un photoshoot a una modelo para la portada de una revista.
A mi estudio de Fotográfico suelen venir todo tipo de personas, de todas las edades, razas, colores, credos políticos y religiosos,
-TODOS-
Y todos siempre me aportan algo en lo personal y profesional (así no estemos deacuerdo en muchas cosas), entender su cultura y pensamiento para representarlo en una fotografía de retrato es un reto que asumo con toda responsabilidad, trascender este tipo de barreras que tiene tan separado el mundo es fascinante.
Lo clásico es atemporal, son fotografías que siempre estarán vigentes, no existe nada que te haga llegar a una época en específico -salvo la persona fotografiada-
Con esto lo que quiero decir es que la «fotografía Clásica» es sin duda alguna la Reina entre todas, domina absolutamente la atemporalidad, eso sí, se basa en una dirección sólida y un ojo super entrenado.
Otra de mis grandes pasiones, -La Fotografía Editorial de Moda | Editorial | Storytelling | Narrativa | etc- , quizá tenga mas nombres, yo la conocí simplemente como «editorial», ¿cuantas he realizado?, muchas, tanto a nivel profesional para un cliente, como por puro entreteniemiento para mantener la vista ejercitada. La fotografía editorial me encanta no solo por su libertad creativa, sino por su complejidad en la conceptualización de la idea, pre producción y post producción, al final termina siendo una campaña publicitaría «pequeñita» y es acá donde interviene el presupuesto, ya que se puede convertir en todo un mounstruo de la comunicación, ya que si hay algo en lo que la fotografía editorial tiene mucho potencial es en ser una campaña publicitaría en si misma.